Una mirada retrospectiva a la labor de los Estudios de Abogados tradicionales, así como la práctica misma de la abogacía en el ámbito regional, nos permitió ver que las necesidades y requerimientos de nuestros potenciales clientes se centraba en el acceso a información especializada y rápida, ello en consonancia con las labores dinámicas de los Directorios y las Juntas como órganos de gobierno de las entidades financieras; asimismo, la toma de decisiones bajo criterios de oportunidad en otras instancias ejecutivas y operativas de este tipo de sociedades requería de un tipo de servicio más vanguardista con el desarrollo de las tecnologías de información y comunicación. En este contexto, surge la sociedad unipersonal de servicios legales, dotada de un equipo de profesionales de apoyo técnico y legal con destacada trayectoria en el ámbito de las especialidades ofrecidas.